Terapia psicológica y sus fases
Terapia psicológica
En terapia el paciente pasa por una serie de fases antes de recibir el alta. Aunque se hace distinción entre las fases de evaluación y tratamiento, la realidad, es que al comenzar la evaluación, al mismo tiempo, se empieza a intervenir y durante el tratamiento es inevitable continuar evaluando.

Evaluación
En terapia intentaré que el período de evaluación no se extienda a más de cuatro sesiones para elaborar un plan de intervención lo antes posible. En esta fase, realizaré una entrevista a la persona que acude a consulta. Esta consiste en responder a una serie de preguntas acerca de su vida pasada, presente y sus expectativas de futuro. Si ante alguna de las cuestiones no se siente cómodo/a puede no contestar. Siempre respetaré su decisión sin presionarle. Además, la evaluación se puede acompañar de test y auto-registros que me permitirán obtener más información y comparar las puntuaciones obtenidas a lo largo del tratamiento. La finalidad de la evaluación es identificar la problemática en cuestión para, posteriormente, establecer una línea de intervención.

Devolución
En esta fase explicaré al cliente por qué puede estar sintiéndose cómo se siente y actuando cómo actúa; cuál es el origen de su problema, si es posible identificarlo, y qué situaciones actuales están manteniéndolo o agravándolo. En este momento, también se formula el tratamiento que se llevará a cabo en cada caso. Este se expone al paciente y junto a él se concretan los objetivos de la terapia. La duración suele ser de una sesión, pues consiste en definir el problema identificado y hacer una propuesta de tratamiento.

Tratamiento
El cliente en consulta aprende estrategias que le permiten enfrentar los problemas de una forma adecuada. Para ello, diariamente realizará una serie de ejercicios con la finalidad de interiorizar lo aprendido. En el caso de no seguir las recomendaciones no tiene porque avergonzarse. Mi trabajo no es juzgarle sino asesorarle. Será el paciente, en todo momento, el que decida qué poner en práctica y cuándo hacerlo. Aunque es importante que sepa que, si no las sigue, su evolución será más lenta.
Si quiere saber cómo trabajo puede ir a metodología.

Seguimiento
En este momento, la persona que acude a consulta se encuentra mejor, ya que ha adquirido recursos que le garantizan una mejor respuesta ante los retos de su vida. Por lo tanto, sino se prevé que se produzca una recaída al espaciar las sesiones, la frecuencia de las mismas pasa de ser de una vez a la semana a cada quince días, para después pasar a una vez al mes y, finalmente, recibir el alta. La finalidad es comprobar que al posponer las sesiones no tiene lugar una vuelta a la sintomatología anterior. Por consiguiente, aunque la frecuencia de las sesiones es menor, las habilidades adquiridas se mantienen a lo largo del tiempo. Quiero saber más acerca del proceso de intervención psicológica.